domingo, 26 de abril de 2015

Organización del sistema nervioso humano

Sistema nervioso central: está formado por el cerebro y la médula espinal. Se denomina central en relación con el sistema nervioso autónomo (SNA), periférico o vegetativo, formado por los ganglios raquídeos y los nervios que salen y llegan de la médula y de los ganglios por una parte, y por la otra del sistema nervioso motor, que incluye los nervios que controlan los músculos esqueléticos. A los nervios que llegan al sistema nervioso central, o sea, los centrípetos, se les llama nervios aferentes, y los que salen del sistema nervioso se denominan nervios eferentes.

El Sistema nervioso autónomo: se encarga de la regulación del corazón, los vasos sanguíneos, las glándulas, las vísceras y el músculo liso vascular. El (SNA) se subdivide a su vez, en una porción simpática y otra parasimpática, las cuales se distinguen por su distribución anatómica y tipo de neurotransmisores.














Función / estructura
SimpáticoParasimpático

Frecuencia cardiacaAumentaDisminuye
Frecuencia respiratoriaAumentaDisminuye
Motilidad gástricaDisminuyeAumenta
Vasos sanguíneos de la pielConstricciónDilatación
PupilaConstricciónDilatación (la pupila aumenta su diámetro)
Emesis (vómito)Estimulación

     


        LA CORTEZA CEREBRAL


Ocupa el área más grande del cerebro y representa la estructura evolutivamente más reciente y más compleja. También llamada neocorteza, está conformada por una capa de células nerviosas que rodea completamente al resto del cerebro (excluido el cerebelo que tiene su propia corteza) y que diferencia al ser humano de los animales. La corteza cerebral es responsable de la interpretación de la información que llega del mundo exterior y del medio interno, así como de la iniciación de movimientos voluntarios. Los centros del lenguaje y las áreas de percepción de las sensaciones de todas partes del cuerpo se encuentran en la corteza cerebral.
Esta área del cerebro se ha desarrollado de tal manera que, para poder acomodarse en el reducido espacio intracraneal, ha ido plegándose sobre sí misma formando las circunvoluciones. Estos pliegues, a pesar de ser variables entre cerebro y cerebro, tienen ciertos elementos comunes. Por ejemplo, todos tienen una cisura interhemisférica (el canal que divide el cerebro en dos hemisferios y que va de adelante hacia atrás, por la línea media) y todos muestran una cisura (hendidura) central y otra lateral, que divide a cada hemisferio en lóbulos: frontal, parietal, temporal (este último incluye, por dentro, la ínsula) y el occipital.





                                                   Maria Jesus Rivero y Gabriel Araya




                                                                                                                            



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